Si alguna vez miraste a una rana, te preguntarás cómo oyen. A diferencia de los gatos y perros, las ranas no tienen orejas externas visibles. Sin embargo, las ranas nos oyen claramente cuando nos acercamos a ellos, ya que a menudo saltan o nadan lejos. Aunque el sistema auditivo de una rana no siempre es visible, puede oír muy bien su entorno. Las ranas no tienen oídos externos y generalmente tienen un oído medio e interno rodeado de cartílago timpánico, así como membranas timpánicas detrás de sus ojos.
Algunas especies de ranas carecen de oídos medios y tímpanos, y en su lugar usan su piel, pulmones o bocas para sentir vibraciones sonoras externas. Si bien las ranas técnicamente pueden escuchar lo que está sucediendo en su entorno, el proceso es mucho más complejo de lo que parece. Voy a explicar las orejas de rana y cómo escuchan para que puedas entender mejor por qué las ranas saben que vienes incluso antes de llegar a su ubicación.
Las ranas no tienen oídos externos como muchos otros animales, y los sistemas auditivos de las ranas se componen de las estructuras internas de sus cabezas. Por lo general, tienen oídos medios e internos, que están rodeados por cartílago timpánico y otros huesos pequeños como estribos que apoyan la audición y el equilibrio. La mayoría de las ranas suelen tener membranas timpánicas en sus cabezas, justo detrás de los ojos, que utilizan para la mayoría de las funciones auditivas. La membrana timpánica es útil para oír sonidos externos en tierra y bajo el agua. Algunas ranas tienen membranas timpánicas muy grandes, como las ranas toro americanas, mientras que pueden ser menos prominentes en otras ranas, típicamente más pequeñas. Las ranas pueden utilizar estas membranas timpánicas en combinación con otras partes del cuerpo para la audición óptima. El tímpano generalmente parecerá tener diferentes formas circulares u ovulares desde el exterior (CTNF).
Las orejas externas pueden ser útiles para muchas especies, pero es probable que no sea práctico y posiblemente peligroso para el estilo de vida semiacuático de una rana. Imagínense, si una rana acuática tuviera oídos externos. Probablemente se llenarían con agua y escombros mientras beben, respiran y nadan.
Esto probablemente sería doloroso. La membrana timpánica permite que las ranas las escuchen y las protejan, al tiempo que les permite realizar todas sus actividades diarias. Su oído interno o tímpano permite que las vibraciones de la onda sonora entren mientras bloquean el agua y la suciedad.
Tal sistema auditivo está mucho más adaptado a las ranas que tener oídos externos.
¿Cuán buena es la audición de una rana?
Las ranas tienen un buen sentido de la audición, dependiendo de la especie y el sistema primario utilizado para la audición. Muchas especies tienen tímpanos más grandes que sus ojos, mientras que otras tienen timpanos bastante pequeños, lo que refleja su tamaño y nivel de audición en algunos casos. Algunas especies de ranas pueden oír muy bien, mientras que otras pueden tener sistemas auditivos adaptados que son menos eficientes que las membranas timpánicas y los tímpanos.
Algunas ranas usan la comunicación ultrasónica a través de ondas sonoras de tono alto, que generalmente tienen frecuencias de más de 20 kHz. Este tipo de enfoque se puede comparar con lo que los humanos denominan audición selectiva.
¿Cómo funcionan los oídos de las ranas?
Generalmente, las ranas tienen oídos medios e internos, o membranas timpánicas, que les permiten oír. Algunas ranas también utilizan su piel, boca o pulmones para oír y detectar vibraciones. En muchos casos, las ranas usarán su membrana timpánica, su piel y, ocasionalmente, sus pulmones y el revestimiento de la boca para la audición. Aunque la piel de rana no es técnicamente parte del sistema auditivo, aún pueden usar su piel para ayudar a su audición. La piel de las ranas es increíblemente sensible, y las ranas pueden usar su piel para detectar vibraciones en el área circundante también. Las vibraciones pueden no desencadenar las mismas señales eléctricas en el tímpano, pero el cerebro de la rana todavía puede interpretar estas vibraciones. Algunas especies de ranas han adaptado su sistema auditivo y utilizan el revestimiento de su boca para detectar el sonido.
Por ejemplo, la rana Gardiner de las islas Seychelles no tiene un oído medio o una membrana timpánica para la audición. Pero, estas ranas todavía tienen un oído interno, lo que significa que necesitan métodos más creativos para interpretar las vibraciones de las ondas de sonido. Las vibraciones de sonido se amplifican e interpretan dentro del revestimiento sensible de la boca de la rana, después de lo cual se puede enviar al oído interno cercano. Una vez que alcanza el oído interno, se pueden enviar señales eléctricas similares al cerebro de la rana, lo que le permite interpretar el tipo y la ubicación del sonido. Algunas especies, como las ranas Coqui, son tan pequeñas que sus tímpanos son predominantemente incapaces de percibir la mayoría de las ondas sonoras. En cambio, usan sus pulmones para detectar el sonido, ya que los pulmones tienen una mayor superficie para recibir vibraciones. El tímpano sigue siendo el núcleo del sistema auditivo de la rana, y funcionan enviando señales basadas en el tipo de vibración que crea el sonido.
El oído interno puede evaluar el tipo de sonido y de dónde proviene el sonido a través de varias aplicaciones. Las ranas pueden detectar tanto frecuencias altas como bajas en diferentes partes del tímpano. Una vez que cualquier sonido llega a la membrana timpánica, la vibración de la onda de sonido desencadenará una vibración dentro del fluido del tímpano. Estas vibraciones timpánicas desencadenarán una señal eléctrica, que se enviará al cerebro de la rana (CTNF).
Después de que el cerebro de la rana recibe estas señales, el sonido será interpretado en base a la vibración recibida inicialmente. Dependiendo de qué lado de la cabeza recibió vibraciones más fuertes, la rana puede determinar desde dónde está emitiendo el sonido.
Las ranas utilizan la audición selectiva.
Mediante el uso de audición selectiva, las ranas pueden detectar sonidos que afectan sus posibilidades de supervivencia. En muchos casos, las ranas pueden ahogar otros sonidos y solo percibir los sonidos que les impactarían directamente, como detectar posibles amenazas dentro de su entorno, depredadores, presas y llamadas de apareamiento. Tales usos son ventajosos dentro de sus hábitats, ya que pueden centrarse en lo que más importa sin sobrecargar sus sistemas sensoriales. Sin embargo, el uso de audición selectiva e interpretación de frecuencias ultrasónicas también puede plantear riesgos potenciales.
Al centrarse solo en las ondas sonoras, frecuencias y vibraciones que se clasifican como importantes, las ranas pueden tener una respuesta retardada a sonidos menos comunes dentro de sus hábitats. Esta falta de conciencia en general puede ponerlos en riesgo de varias maneras (CTNF).